Poner buena cara y sonreir

jueves, 31 de enero de 2013

No te elegí, pero tengo a lo mejor.

Yo no he elegido quererte, ni que tampoco que seas la razón de mi existencia. Tampoco elegí tu risa, ni que me mires así, con esos ojos que me lo dan todo. No he elegido temblar y sonrojarme cada vez que hablan de ti, ni que cada suspiro que doy sea por y para ti. No he elegido tampoco los abrazos, ni las sonrisas, ni desear besarte a cada segundo.
No he elegido necesitar tus abrazos, ni echar de menos tus tonterías. No he elegido sentirme plena simplemente porque existes, ni tampoco ser la envidia de muchas personas que sueñan con encontrar a alguien como tú, tampoco elegí el día, ni el mes en el que apareciste. No elegí si quiera pensar en ti en cada instante. Tampoco elegí tener tantas ganas de ti, o elegí tener ese gusanillo en el estómago al enamorarme de ti y tampoco elegí que la distancia fuera nuestro único impedimento.
No elegí amarte, tampoco elegí sufrir por el tiempo que pase si no te veo, tampoco elegí que seas la única persona que quiero en mi vida, ni tampoco elegí que me encantes tanto.
Pero también quiero que sepas algo, si pudiese haberlo elegido, habría sido vivir esto antes. 

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