Poner buena cara y sonreir

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El efecto mariposa. GF

"el aleteo de las alas de una mariposa pueden provocar un Tsunami al otro lado del mundo"
Todo está relacionado. El más mínimo cambio en nuestras vidas puede desatar una serie de acontecimientos que cambien el rumbo de nuestra Historia. Si hace siete años me hubiese ido a estudiar periodismo a Valladolid y no lo hubiera hecho en Oviedo, probablemente hoy tendría una carrera. Si hace cuatro hubiese montado un bar y no un sexshop, probablemente hoy tendría más de diez euros en la cartera. Si hace tres meses le hubiese dicho a Jesús ¿Al Gijón Femenino? Tú estás mal de la cabeza, hoy no me sentiría orgullosa de formar parte del cuerpo técnico de un equipo como este.
El fútbol es un juego y una filosofía de vida. Nadie es invencible, y vosotras me hicisteis pensar que lo seríais. Hoy, más que nunca, agradezco vuestro esfuerzo en el campo y lo fácil que parecen las cosas desde el banquillo cuando sois vosotras las que sudáis la camiseta. Soy de la familia ciclista, lo sabéis, estoy muy pez en sentarme a dar gritos desde la banda, porque lo mío es darlos desde un coche de equipo. Quizá por eso a veces peco de pensar que en este mundo las futbolistas también tienen que comportarse como los ciclistas. No me importa lo que hagan las demás para ganar, o cómo lo celebren. Yo quiero educaros en el respeto y en los valores fundamentales del ciclismo. No me importa perder media hora por las mañanas redactando un mensaje en el móvil -donde, por cierto, es muy jodido poner tildes- con el que animaros a seguir luchando. No quiero que nadie os robe la ilusión.
Quiero que mañana entrenéis como el primer día, como si fuérais alevines. Como si empezaramos la liga de cero. No es nuestra liga, lo sabemos, y me importa un carajo quedar primeras que quintas que décimas. A mí me importa que salgáis del campo con una sonrisa y con la satisfacción de haberlo dado todo y haber disfrutado. El fútbol es un juego. Jugad. Dejad las guerras para el que quiera pelearlas. Yo, si quiero una guerra, me vuelvo al ejército. He venido aquí a disfrutar. Si puedo disfrutar ganando, perfecto, pero si me tengo que conformar con jugar bien, no ofender a nadie y amar a mi club en vez de odiar al resto, tened por seguro que voy a disfrutar mucho más que machacando a rivales que mañana pueden ser compañeras.
He visto a ciclistas caerse por tropezar con el bote de un rival, partirse la clavícula, y mandarle un mensaje desde la ambulancia al que le tiró diciendo "joder, vaya trompazo, dos semanas de vacaciones". El día que aprendáis eso, seréis más grandes de lo que sois. Y, para mí, sois enormes.

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