El hecho de luchar día tras día por ser felices, implica un cariño inmenso, primero, hacia nosotros mismos, por querer estar bien, y no tropezarse con llantos sin sentido, y luego, hacia el resto, que, al vernos contentos, también le sonríen a la vida.
Todo es un ciclo alimentado por amor.
Hoy descubrí que, a pesar de todo, es posible amar y ser amado, y por eso lucho.
Sinceramente, no me importa si el mundo se opone, o si creen que yo no soy capaz de amar. MI corazón habla, y yo lo escucho.
¿Realmente importa el resto?
Descubre la realidad, puede ser perfecta.
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